En el año 1556 tal día como hoy fallece Michel de Notredame, conocido también con el profeta Nostradamus, en este artículo te contamos un poco sobre su historia y sus predicciones.

Actualmente, sus profecías, deliberadamente escritas en un lenguaje críptico, dejan espacio a la inquietud por el porvenir.
Muchos de sus augurios son hijos del tiempo convulso que le tocó vivir. A lo largo del siglo XVI, las guerras de religión, las enfermedades y las hambrunas azotaron casi constantemente a los habitantes de Europa, y por ese motivo marcaron los escritos de Michel de Notredame.
Nostradamus nació el 14 de diciembre de 1503 en la Provenza francesa.
Era hijo de un notario, lo cual le dio capacidad económica para estudiar en Aviñón la Biblia y los primeros fundamentos de alquimia y astrología.
A la muerte de su esposa e hijos a causa de la peste, Michel ejerció de médico errante.
Su reputación fue creciendo y pronto fue llamado en varias ciudades, como Aix-en-Provence o Lyon, para combatir las epidemias. Su dominio de la botánica le llevó incluso a formular un remedio para prevenir la transmisión de la peste.
Llega un profeta
En 1550, Michel se radicó en Salon-de-Provence donde abandonó la práctica de la medicina para dedicarse a la escritura.
En este entonces tenía 47 años y latinizó su nombre, pasando de ser Michel de Notredame a ser Nostradamus propiamente, convirtiéndose en una autoridad de los clásicos.
Sus obras representaron un éxito inmediato, tanto así que muchos intentaron apropiarse de su fama con imitaciones.
Nostradamus publicaría sucesivas ediciones de sus Profecías, ampliadas cada vez con nuevas cuartetas (cuatro versos) de manera que la última edición contaba con 942 agrupadas en un total de diez centurias (estructura en cien cuartetas) de ahí que la obra se conozca también con el nombre “Diez Centurias”.
Sus predicciones llegaron hasta nuestros días.